jueves, 27 de enero de 2011

La insulina provoca ceguera, amputaciones, daño en riñón y diversas complicaciones.

Falso. Esto es tristemente una creencia muy común. La aparición de complicaciones a largo plazo coinciden muchas veces con la prescripción médica de insulina. Esto no obedece a la aplicación de insulina, sino a que se ha mantenido un descontrol prolongado de los niveles de glucosa que ha ido afectando diversos órganos de nuestro cuerpo. En primera instancia, la insulina es una hormona que produce el páncreas de manera natural y cuando nuestro cuerpo no la produce en cantidad o calidad suficiente pues debemos inyectarla. Hay muchas personas que no están invidentes ni amputadas y gracias a su buen control han evitado o retrasado estas complicaciones.

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